Diario de campaña 9: Specularum, Specularum

14 de Flaurmont del año 1000

Poco antes de que anochezca, nuestro grupo llega a Specularum. Como medida de protección, Barbarel ha lanzado un conjuro sobre Kälän, volviéndolo invisible. Según la carta que llevaban los bandidos, están buscando a Kälän Dräkäs y a su banda. Kälän parece ser el más conocido de ellos por lo que es prioritario esconderle.

En la entrada, unos soldados les piden 5 reales por entrar en la ciudad. Kälän Dräkäs no recuerda que hubiera que pagar por entrar en la ciudad, excepto en época de fiestas, pero como está invisible no dice nada. Tras esto se van a buscar a un comprador de caballos al que venderle las monturas sobrantes. Después buscan una casa de trueques donde cambian sus monedas por gemas, que ocupan menos espacio y les permitirán viajar más ligero. Barbarel lleva la negociación y logra un buen trato. Por último, buscan una escuela de armas. Escogen la mejor de la capital, donde cuatro maestros enseñan a manejar diferentes armas. El precio es caro pero la calidad de la escuela es excelente. La habilidad de los maestros también es excepcional, como descubrirán rápidamente. Cornelius no tiene ni el dinero ni el interés necesario para entrenarse, así que decide quedarse en una taberna cuidando de los caballos del grupo.

Barbarel, Kälän y Andrei hablan con uno de los maestros y éste les dice que los futuros alumnos deben pasar una prueba para ser aceptados en la escuela. Deberán enfrentarse con el maestro para que éste compruebe si son válidos o no. Estas peleas de entrenamiento se hacen con espadas de madera, para evitar derramamientos de sangre. El maestro en arco no es tan exigente y acepta a Barbarel inmediatamente.

En esa prueba, Kälän y Andrei reciben duros golpes de su maestro, pero éste concluye que están preparados para aprender. El pago por el entrenamiento incluye manutención y alojamiento, así que el grupo pasa allí la noche.


15 de Flaurmont del año 1000

Primer día de entrenamiento. Tras comenzar corriendo alrededor de la arena durante varias horas, como el día anterior, el maestro de espada les dice a Kälän y Putov que deberán enfrentarse con él. Kälän lleva fuertes golpes del maestro, pero Putov logra devolverle un golpe. El maestro, impresionado, dice que le enseñará una técnica especial de combate que él llama "el puño de Karameikos". Barbarel, por su parte, recibe enseñanzas de su maestro de tipo muy básico: cómo coger correctamente el arco, la tensión adecuada, etc. Al mediodía comen todos juntos en la escuela y después vuelven al entrenamiento por la tarde.

Cuando finalmente quedan libres de sus estudios, Kälän les dice a Andrei y Barbarel que le gustaría ir a ver a Paradöminus, su antiguo maestro alquimista, y quizás comprar o canjear algunos objetos mágicos. También tiene interés en preguntarle sobre el Culto de Orcus, de quienes ha oído hablar. Kälän tiene mucha curiosidad ya que ha escuchado hablar de la organización como gente muy poderosa. Barbarel y Andrei acceden a acompañarle.

Así que se dirigen a la casa de Paradöminus. El alquimista reconoce a Kälän inmediatamente y les hace pasar a su morada. Paradöminus insinúa a Kälän que sabe que alguien le está buscando, pero que puede estar tranquilo. Él no dirá nada.

El alquimista Paradöminus


Efectivamente, canjean, compran y venden diversos objetos mágicos, pociones y algún pergamino. Y después de esto, Kälän pregunta directamente por Orcus. Paradöminus, en un tono severo, le dice que jamás pronuncie ese nombre directamente y que se refiera a él como "el oscuro" o algo parecido. Le dice que si tiene interés en el culto, puede presentarle a cierta gente. Kälän accede y Paradöminus le explica que llevará algún tiempo contactar con ellos. Le dice que se presente cada día en la plaza donde está la famosa estatua de Ban Bogdan Ivanovich. Cuando se sepa algo, le dejará un ramo de rosas verdes a los pies de la estatua con las instrucciones necesarias para comunicarse con el culto. Tras esto, los tres vuelven a la escuela a descansar.


16 de Flaurmont del año 1000

Amanece en la escuela de armas, que no es poco. Como el día anterior, primero de todo toca hacer una carrera de varias horas. Luego, agotados, comienzan el entrenamiento en armas. Hoy, el maestro les tiene una sorpresa reservada. De una celda cercana a la entrada saca varios goblins vivos. Les dice que hoy el entrenamiento será un poco más real y que será a sangre, así que cada estudiante se enfrentará a un goblin en combate. Todos los estudiantes consiguen matar fácilmente a su goblin.

El maestro en arco tiene otro tipo de entrenamiento para Barbarel, el único estudiante de arco. Quiere enseñarle a tirar con precisión, así que ata a un goblin a un poste y le pone una manzana en la cabeza. Barbarel deberá atravesar la manzana. El goblin, horrorizado, rinde plegarias a sus dioses pidiendo protección. Grita: "Orcus, protege a tu siervo". El grupo oye esto y Kälän, concretamente, se interesa por ese goblin. No obstante, Barbarel dispara su flecha logrando atravesar la manzana. El goblin sigue vivo. Este goblin se llama Meruku y aunque el grupo no lo sepa, está destinado a tener un papel muy importante en sus vidas y muertes.

Meruku


Tras el entrenamiento, retiran a los goblins supervivientes a sus celdas y echan la llave. Los maestros indican a los estudiantes que hoy es el festival de Lucor y les recomienda ir a ver el ambiente de la ciudad, pero Barbarel y Andrei prefieren quedarse descansando. Kälän Dräkäs decide acercarse hasta la estatua a ver si están las rosas verdes, pero no hay nada bajo los pies de la estatua. Mañana volverá.


17 de Flaurmont del año 1000

El entrenamiento de hoy está diseñado para practicar el trabajo en equipo, así que dividen a los estudiantes en dos grupos y les dicen que deberán enfrentarse a un grupo de goblins.

Meruku, que es el líder y chamán de los goblins, les dice a éstos que deben espabilarse o lo tienen crudo. Ordena a dos de sus goblins que en cuanto abran la celda, éstos arrojen excrementos a los ojos del maestro e intenten huir. Nada más abrir la puerta, los dos goblins hacen lo planeado. Pero un excremento va a dar a la pared y otro cae sobre la cara de Meruku en un movimiento especialmente calamitoso del goblin. El maestro no se lo piensa dos veces y le suelta una tremenda patada a uno de los goblins, dejándolo medio muerto. Los demás goblins no se atreven a moverse. Tras el fallido intento de fuga, los maestros vuelven al plan del día. Los goblins son prácticamente diezmados en el combate, quedando sólo unos pocos supervivientes. Entre ellos, eso sí, se encuentra Meruku.

Al acabar la jornada Kälän vuelve a la plaza de la estatua y descubre que hoy sí hay un ramo de rosas verdes a los pies de la estatua. Lo recoge y ve que en el interior del ramo hay una nota en la que Paradöminus le pide que se reúna con él esa noche en una posada del barrio de El Nido (The Nest).

Kälän vuelve a la escuela y les da la noticia a sus compañeros. Kälän quiere ir solo y preferiría ir invisible a esa cita, así que le pide a Barbarel si le puede lanzar encima ese hechizo. Barbarel lanza el conjuro y Kälän se vuelve invisible. Tras esto, se dirige a la posada.

Al llegar allí, ve que Paradöminus se encuentra solo, sentado en una mesa. Kälän se acerca invisible a la mesa y le susurra: "soy Kälän Dräkäs; estoy a tu lado, invisible". Paradöminus le contesta también en susurros, pero para recriminarle su comportamiento: "si empiezas a hacer cosas sospechosas, me puedes dejar a mi en muy mala posición delante del culto; sal afuera, hazte visible y vuelve a entrar de manera normal". Kälän, sintiendo que ha metido la pata, hace lo que le han dicho, pero cuando está afuera y echa un nuevo vistazo al interior de la taberna, ya no ve al alquimista en la mesa en la que estaba. Antes de que pueda pensar que hacer a continuación, Kälän ve como se le aparece Paradöminus delante suyo y le lanza un conjuro para encantarle. El mago también se volvió invisible y se lanzó un hechizo de detectar la invisibilidad. Kälän está ahora a merced de Paradöminus.


18 de Flaurmont del año 1000

Barbarel y Andrei se despiertan, comprobando que Kälän Dräkäs no ha regresado a dormir. Nada más bajar al patio de entrenamiento, los maestros les preguntan sobre su compañero, pero ellos no saben que decir. Los maestros les advierten de que ésta es una escuela muy seria y que no se puede acudir un día sí y otro no. Si mañana no está de nuevo aquí, le expulsarán.

Así que al acabar el día de entrenamiento, y sabiendo que Kälän se tenía que ver con Paradöminus, deciden ir a casa de éste a pedirle explicaciones. Pero antes, sabiendo que todo esto tiene que ver algo con Orcus (o eso creen), se van hasta la celda de la escuela para ver al goblin que mencionó a Orcus. Quizás pueda ayudarles dándoles información. Así, Barbarel lanza un conjuro para dormir a todos los goblins para luego despertar a Meruku de una pedrada. Meruku reconoce ser un chamán de Orcus y dice conocer bien el culto. Finalmente llegan al acuerdo de que liberarán a Meruku si éste les ayuda en caso de que sea el culto de Orcus quién está implicado en la desaparición de Kälän Dräkäs. Meruku acepta encantado.

Así, los tres se dirigen hacia la casa de Paradöminus. Como Andrei y Barbarel no se fían demasiado de un goblin, deciden llevarlo dentro de un saco, que porta Putov a sus espaldas. Llegan allá y tocan la campanita de la puerta. Paradöminus se presenta en la puerta y les invita a pasar, más ellos no aceptan la invitación y dicen que prefieren hablar desde la puerta. Paradöminus no pierde un instante y lanza un hechizo de dormir sobre el grupo. Barbarel y el goblin, dentro de su saco, caen al instante pero Andrei Putov resiste el conjuro y desenfunda su espada para acabar con el mago-alquimista. Pero Paradöminus es más rápido y le lanza otro conjuro, encantándole. El grupo entero ha sido derrotado.


Continuar con Diario de campaña 10: Tortura, muerte y resurrección

No hay comentarios:

Publicar un comentario